Hace más de 20 años, en Ignisterra nos dedicamos a la fabricación de productos elaborados en la exclusiva madera de Lenga (Nothofagus pumilio), especie nativa que crece en el extremo sur de Chile y Argentina, y con la cual también produce madera aserrada seca clasificada.
También conocida como Cerezo Chileno, por su similitud de veta y color con el cerezo norteamericano, la Lenga es una madera dócil, de muy buena calidad y cuyas vetas destacan al ser teñida y barnizada, lo que la hace ser muy apreciada por diseñadores, arquitectos y constructores.
>> “Gracias a su belleza, elegancia natural y facilidad para trabajar, es adecuada para elaborar productos de arquitectura, muebles y diseño interior”, explica Rodolfo Tirado, Gerente General de Ignisterra S.A.
Además de exportar nuestros productos a diversos mercados de América, Europa, Asia y Estados Unidos, en Chile los comercializamos a través de terceros (en grandes retailers) y directamente en nuestros showrooms de Santiago, Villa Alemana, Puerto Varas, Punta Arenas y en la ciudad de Auckland, Nueva Zelandia, donde exhibimos distintos modelos de puertas, pisos y revestimientos de madera de Lenga.
También tenemos una línea de productos elaborados en duelas, que son listones de madera de roble europeo o norteamericano utilizados al interior de las cubas de acero inoxidable para el envejecimiento del vino (ver recuadro).
>> “Nuestros principales clientes son arquitectos, diseñadores, constructoras e inmobiliarias, quienes valoran la elegancia, calidez y sustentabilidad de la madera en sus obras”, indica Tirado.
NATURALIDAD DE LA MADERA DE LENGA
La madera que utilizamos en Ignisterra para fabricar puertas, pisos, revestimientos y otros productos proviene de nuestras más de 10 mil hectáreas de bosques en Tierra del Fuego, las cuales manejamos con un criterio responsable y sustentable bajo la certificación FSC® (Forest Stewardship Council).
En el año 2009, fuimos la primera empresa forestal chilena en certificar el manejo de los bosques nativos en Chile bajo las exigencias de este sello internacional, que es el parámetro más reconocido a nivel mundial.
“Este tipo de certificación es fundamental para el negocio, ya que garantiza un comportamiento responsable de la empresa desde el punto de vista social, ambiental y económico”, revela el Gerente General de Ignisterra.
Además, todas las operaciones forestales que realizamos son autorizadas y fiscalizadas permanentemente por la Corporación Nacional Forestal (Conaf), lo que avala la sustentabilidad de sus procesos.
DISEÑO E INGENIERIA
En Tierra del Fuego, poseemos un moderno aserradero, donde la materia prima es procesada y secada artificialmente en cámara (8% +- 2%). Se trata de una planta industrial que produce su propia energía eléctrica utilizando el total de la biomasa generada durante el proceso industrial.
Desde allí, la madera es transportada en camiones hasta la planta de remanufactura que la empresa posee en Villa Alemana, cercana a los puertos de Valparaíso y San Antonio. Esta fábrica cuenta con más de 100 equipos, desde maquinarias manuales a centros automáticos de control (CNC). Ahí la madera es procesada y transformada con tecnología de última generación.
“La fabricación de una puerta de madera sólida requiere la aplicación de un diseño e ingeniería que considere el comportamiento natural de la madera. En este sentido, nuestra empresa ha transferido al diseño de las puertas toda su experiencia, luego de haber comenzado hace unos 20 años exportando componentes para muebles a exigentes mercados, tales como Alemania, Italia y Estados Unidos”, revela Rodolfo Tirado.
El proceso de fabricación de puertas, por ejemplo, se inicia con el corte y dimensionamiento de los distintos componentes que la conforman. Luego, esos elementos se unen entre sí, facilitando la absorción de las dilataciones y contracciones de la madera producto de los cambios de humedad del ambiente.
Esto se logra sin que se vea afectada la estructura de la puerta, por medio de la técnica de encolado de canto, lo que da mayor estabilidad dimensional y permite alcanzar el ancho total requerido. Posteriormente, en cada elemento se realizan trabajos de perfilado, perforación y lijado, para finalmente ensamblar el producto final, que es sometido a un estricto control de calidad.
PRODUCTO SUSTENTABLE
Los productos en madera de Lenga aportan seguridad, aislación y resistencia, siendo un material sumamente noble. Asimismo, pueden sumar puntos a la certificación LEED®, contribuyendo, de esta manera, a la arquitectura y diseño sustentable.
Por otra parte, es importante destacar que la arquitectura en madera de Lenga entrega una alta calidez a la construcción de cualquier recinto. Dado que cada pieza proviene de un árbol que se ha desarrollado en forma libre en el bosque, cada pieza contiene un diseño único en cuanto a color y veta.
En este sentido, nuestra más reciente apuesta corresponde a la puerta Estilo Rústico, una innovadora propuesta estética que resalta la belleza de la Lenga en su condición más natural. Es decir, se mantiene y destaca la veta, color y las naturalidades más llamativas de la madera, dejando a la vista grietas, nudos, colores, vetas y otros diseños que la misma naturaleza ha estampado con el paso del tiempo en estos árboles.
Estas naturalidades son muy frecuentes en los árboles que crecen en forma natural y en especial en Tierra del Fuego, sometidos a los rigores del clima propio de la zona, como el viento y el frío. Así, cada una de estas puertas es única e irrepetible.
USO INTEGRAL DEL BOSQUE
Al respetar y mantener las características naturales de la madera de Lenga, como variaciones de tonos, vetas e incluso pequeños nudos, en Ignisterra garantizamos la autenticidad de una puerta de madera sólida.
Además, fomentamos un uso responsable de los bosques, en línea con el compromiso que la empresa mantiene con el medio ambiente, al utilizar en forma sustentable todo lo que el bosque aporta.
>> “Aprovechar en forma eficiente la madera y todas las partes del árbol ayuda a que éste cumpla en forma integral su ciclo de vida como un recurso renovable”, dice Tirado, quien destaca que a diferencia de otros fabricantes de productos madereros, en el Estilo Rústico de Ignisterra no se descartan piezas que contienen nudos, grietas y otras características que para otros estilos se desechan”.
Por otro lado, usar productos madereros contribuye a mitigar los efectos del cambio climático, ya que la madera retiene el carbono que capturó del ambiente durante el crecimiento del árbol.
>> “Estos atributos están siendo muy valorados hoy, sobre todo por arquitectos y constructores que están privilegiando productos naturales y renovables en sus obras”, concluye Tirado.
Puertas Sólidas de Madera
>> Dentro de sus dos estilos de puertas (Natural y Rústico), en Ignisterra ofrecemos las líneas Campestre, Moderna, Clásica y Diseño (cada una contempla distintos modelos).
Las puertas del estilo Natural presentan variaciones de los colores naturales de la madera de Lenga, desde crema-amarillo a tonalidades de rosados y vetas de café, y aceptan algunas pecas, nudos y otras naturalidades menores.
Las puertas del estilo Rústico ofrecen las mismas características, pero en un grado más intenso. Es decir, poseen variaciones más notorias de los colores e incluyen nudos, pequeñas rajaduras y varias otras naturalidades. Este atributo les confiere un carácter distinto e interesante y, a la vez, se promueve un uso integral de la madera.
Línea Duelas
Elaboramos puertas, pisos y revestimientos en base a la reutilización de duelas, que son listones de madera de roble europeo o norteamericano utilizados al interior de las cubas de acero inoxidable para el envejecimiento o crianza del vino.
El aspecto rústico y vetas marcadas de estos productos es confiere un atractivo muy especial, ya que combina la tradición vitivinícola del país y con puertas de Lenga de alta ingeniería.
Estas puertas tienen su estructura en madera de Lenga, lo que les permite asegurar su estabilidad estructural en el tiempo. Las duelas de roble se instalan sobre esta estructura.
Lenga y pueblo Selknam
La Lenga es una madera noble que ha sido utilizada desde tiempos inmemoriales por los pueblos originarios (Selknam) para fabricar sus armas, herramientas, calefaccionarse e incluso utensilios domésticos. Ellos habitaban en la mística isla de Tierra del Fuego, ubicada en el extremo sur de América, y se caracterizaban por la costumbre de pintar sus cuerpos en los rituales ceremoniosos.
